
6. Pero hazte de rogar de vez en cuando, llévale un poquito
“la contraria”, sino pensará que eres una marioneta sin opinión ni acción propia, que le cueste un tanto, por ejemplo,
no tengas sexo cada vez que él quiera, maneja la situación, inventa un dolor de cabeza, una migraña, unos espasmos repentinos o una diarrea,
ésto incrementa paulatinamente el deseo, claro que no lo hagas muy seguido, si no se va a “desocupar” con otra y eso, amiga, no nos conviene. En la medida que sepas equilibrar el punto 5 con el punto 6, lo tendrás interesadísimo, ensimismado, sin que se dé cuenta que estás “pensando”.

7. Este punto es muy importante,
El Pene, no te olvides que es la cabeza pensante que define, en la mayoría de los casos, el comportamiento y el accionar de estos individuos. Jamás de los jamases le vayas a insinuar siquiera, que no lo sabe utilizar como corresponde, porque además de quedarte sin él [pene], le provocarás un trauma de por vida y lo más probable es que no funcione nunca más, sino por el contrario, dile que es el pene más grande que has visto en tu vida, funcional, atractivo, juguetón, saciador, en fin, que es todo un descubrimiento [aunque sea mentira, ah, y cuida sobremanera la expresión de tu rostro, mira que se nota el engaño en los ojos, no te olvides que son el espejo del alma]. Sorpréndete cada vez que lo tengas entre tus manos, míralo con asombro, acarícialo con una mezcla de miedo y gozo, cuando lo tengas en tu boca, juega a hacer como que no te cabe y puedes incluso, provocarte una cuantas arcadas, o de tanto en tanto, presenta cierta incomodidad cuando te penetre, como una pequeña molestia, sin ser exagerada claro, entonces él te preguntará que qué te ocurre y tú le dirás
“Mi amor, es que lo tienes muy duro y grande”… Se sentirá el Dios del Olimpo, lo máximo, su ego quedará pegado en la estratósfera, pero ojo, no se lo levantes en demasía, cuantifica, mira que puede emprender el vuelo hacia alguien, que antes, creía inalcanzable. Esta acción provocará un efecto colateral, sí, porque te cogerá con más ganas, ya que se sentirá seguro de la eficiencia de su “imponente artefacto” creyendo que dependes sexualmente de él. Ahora, si quieres, puedes desquitarte luego por otro lado, pero es aconsejable que primero vayas sopesando la situación, dale un tiempo, si ves que no hay caso, entonces recién ahí, lánzate a la vida, pero nunca se lo hagas saber, uno no sabe cómo se vienen las vueltas del destino.
8. Amiga, aquí deseo que pongas mucha atención; por ningún motivo te muestres ante él como una mujer experimentada, te garantizo que se va a asustar, no te olvides de esta sabia estrofa de una canción de Mecano que reza lo siguiente:
“Y los bandidos llaman zorras a las que viven como yo”, ésto puede jugar en nuestra contra si lo haces notar. Evita tomar la iniciativa en el sexo, aunque ya cortes las huinchas por montártelo y saciar como perra en celo tus deseos,
¡Calma, Calma!, si se vienen estos ataques de lujuria, respira hondo y relájate, toma harta agua mineral y déjate conducir por el maestro. Ahora, si quieres que te haga “cosillas” que a ti te gustan y que a él no se le ocurren [por formación o vaya uno a saber por qué coño...] cuando esté bien cachondo, condúcelo suavemente hacia donde tú quieres que llegue y de la forma que a ti te gusta, no se dará ni cuenta, la calentura les nubla la conciencia y aprovecha al 100% estos momentos, puedes pedirle incluso, que se case contigo y te dirá YES, YES, YES…